Síndrome metabólico: ¿Cómo debe cambiar el estilo de vida?
Cambios de estilo de vida ante el síndrome metabólico
Si se busca prevenir el síndrome metabólico o, si por el contrario, deseas darle tratamiento una vez que ya ha sido diagnosticado, es fundamental realizar cambios de estilo de vida. Aquí compartimos algunos consejos que pueden servir de ayuda y complementarse con la opinión de un especialista en salud.
Síndrome metabólico: ¿qué cambios de estilo de vida hay que hacer?
El síndrome metabólico (SM) es un conjunto de 3 o más afecciones que pueden aumentar el riesgo de sufrir problemas cardíacos, cerebrovasculares, diabetes y otras enfermedades. Entre estas afecciones están el cuerpo de manzana u obesidad abdominal, alto nivel de triglicéridos y colesterol, presión arterial elevada y alto nivel de glucosa.
Alimentación
- En líneas generales, la dieta debe ser baja en azúcares simples, grasas saturadas, grasas trans y colesterol; además, debe aumentarse el consumo de frutas, verduras y cereales ricos en fibra.
- El síndrome metabólico está asociado con la resistencia a la insulina; por ello, se recomienda mejorar su sensibilidad reduciendo la ingesta de carbohidratos y consumiendo minerales como el magnesio, calcio, potasio, zinc y vanadio.
- La dieta mediterránea disminuye los efectos de SM en el organismo; esta dieta se caracteriza por un elevado consumo de verduras, frutas, frutos secos, cereales integrales y pescado.
- Es importante recalcar que los cambios en los hábitos alimenticios deben contemplar también la reducción del consumo de alcohol y la eliminación del tabaquismo.
Actividad física
- Así como la mala alimentación, el sedentarismo es un aliado del síndrome metabólico, pues favorece el sobrepeso, la hipertensión arterial, hiperglucemia, entre otras afecciones que elevan el riesgo de sufrir enfermedades serias.
- Realizar ejercicios con regularidad ayuda a controlar la resistencia a la insulina, disminuir los niveles de glucosa, reducir la grasa corporal, mejorar la presión arterial, entre otros beneficios.
- Se considera que al menos 3 horas de ejercicio moderado o intenso a la semana —especialmente aeróbico— reducen las posibilidades de tener síndrome metabólico, especialmente cuando esta actividad física se vuelve un hábito permanente y no solo una temporada.
- Los siguientes son considerados ejercicios aeróbicos: correr o trotar, montar bicicleta, nadar, usar máquina escaladora, etc.
Si el paciente con síndrome metabólico no ve resultados positivos en sus afecciones tras aplicar cambios de estilo de vida, es posible que el médico recomiende complementarlos con un tratamiento farmacológico.
